En busca de una nueva vida
Luna nueve en medio de una noche en un gran bosque. Camina solo. Arrastra las patas sobre la nieve. Es el invierno más duro en años y amenaza con matarlo. Él ha sido desterrado de un clan ya muerto, obligado a crear su propia estirpe en otro sitio. Camina hacia un territorio hostil pero el único con comida. Es arriesgado pero su instinto es el que manda. Un árbol delimita el territorio del enemigo. Entra y corre todo lo que sus piernas le permiten. Tiene que buscar comida rápido o la presa sera el mismo. Lo consigue:Un maravilloso, sano, vigoroso y distraído ciervo. Como un rayo derriba al ciervo y le arranca la jugosa carne con sus fuertes fauces. La carne lo alimenta y la sangre lo refresca. Oye gritos, la otra manada esta de caza y cerca. Demasiado. Huye, quedarse a luchar contra cinco seria un suicidio. Que duro está resultando todo. Sienten que lo siguen...no estaban tan cerca. Se da la vuelta antes de poder ver a su perseguidor. Ya esta en posición de ataque. Sus ojos grises chocan con los ojos azul femenino de ella, Sigue su mirada viendo su lustroso pelo blanco. Se acerca a su cuello, La caída de la nieve se pausa. Los gritos de sus perseguidores suenan mas alejados. Todo va mas lento. Otra renegada. Huye de la muerte ahora encarnada en los colmillos de sus antiguos compañeros de caza. El hambre aprieta. La huida apremia. Los dos renegados inician el viaje. Se dirigen a un nuevo territorio, uno donde forjar su nueva estirpe. El invierno se desvanecerá pronto. Podrá llegar la primavera con su agua cristalina, reviviendo el jazmín caido y haciendo florecer el futuro de los dos lobos amantes.
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