Era más que un simple robot, era un robot que miraba a la nada desde un banco. Era más que un simple robot, era un robot con un color peculiar. Era más que un simple robot, era un robot que esperaba la muerte. Era más que un simple robot, era un robot que lloraba la muerte de su familia. Un llanto vacío y triste, sin lágrimas ni gritos. Era más que un simple robot, era un robot que cumplía su último deseo: Ver el agua. Desde el banco miraba a la fuente, como el agua se alborotaba y luego caía formando ondas. Se deleitaba mirando la simpleza de la naturaleza. Eventualmente, surgiría un error en su cerebro, un error que se expandiría de manera exponencial corrompiendo todo el sistema. Perdería su personalidad, su código y su identidad. Pero eso le causaba una inquietante y cálida tranquilidad, si moría dejaría de pensar en su familia y todos podrían descansar por fin en paz. Podía adelantar este suceso si se metía en el agua. El agua provocaría un daño en sus circuitos de una manera muc
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